miércoles, 30 de octubre de 2013

CRÓNICA DE CONCIERTO: JOSÉ IGNACIO LAPIDO






 Texto: Félix Cárdenas
 Fotos: Tomoyuki Hotta


 Sala La Gramola. Son aproximadamente  las 12 de la noche y José Ignacio Lapido, acompañado de su banda habitual, se sube a las tablas para comenzar su concierto presentación del nuevo disco, Formas De Matar el Tiempo. Esa misma tarde habíamos tenido la oportunidad de presenciar las pruebas de sonido y, entre otras perlas, pudimos ver como se marcaban una versión de The Weight de los americanos The Band, cantada por el guitarrista Víctor Sánchez a la voz principal, mientras se sumaban a los oyentes varios de los músicos de la vieja guardia algecireña como Guachi (hijo), Chencho o El Caracol, que seguramente vivieron en sus carnes el esplendor de 091.
 Unas 60 personas, entre los que se mezclan seguidores de los extintos 091 con gente más joven cercana a  los 30, esperan a que dé comienzo el recital.

El maestro, como se le conoce en Granada, nos hace entrar en calor con la jazzy Nadie Supo Decirme La Verdad, del disco Cartografía, y comprobamos que la banda suena empastada, con Popi a la batería y Paco Solana al bajo, formando un sólido bloque. Después de la introducción, Lapido da las buenas noches al personal  y pasa a presentarnos el grueso del nuevo disco.
 Tras una introducción al teclado de Raúl Bernal, suena Un Día De Perros,  y suben los decibelios con La Ciudad Que Nunca Existió. Tras esto, llega uno de los momentos álgidos del concierto: Cosas Por Hacer. Lapido nos  recuerda que seguimos vivos en una de sus letras más sentidas y esperanzadoras. El solo de guitarra de Víctor Sánchez arranca aplausos en el público y la canción va mutando hasta recordar al Killing Moon de los Echo and The Bunnyment.
Se suceden 40 Días En El Desierto, Cuando Por Fin (con uno de los mejores estribillos de su carrera), el primer single Muy Lejos De Aquí y terminan el repaso al nuevo disco con No Hay Vuelta Atrás. Hasta aquí, con las canciones de FDMET, es donde la banda se nota más en forma y más familiarizada con los temas. A destacar:  los juegos de voces (aparte de la voz de Lapido, los otros cuatro músicos hacen coros) y los arreglos y el feeling imprimidos por la guitarra de un Víctor Sánchez que parece en estado de gracia.
 Es el momento de echar la vista atrás con Luz De Ciudades En Llamas y Nadie Besa Al Perdedor, quizás menos contundentes que en tiempos pretéritos. La gastada Gibson Sg de Lapido nos devuelve al  Cartografía con Cuando El Ángel Decida Volver, y a En Otro Tiempo, En Otro Lugar con una de las mejores canciones que jamás haya compuesto: La Antesala Del Dolor, con una letra verdaderamente incontestable:  

"La Venus Del Espejo conserva su pasado en un bote de pastillas/ colecciona eslabones de cadenas con las que ató su corazón/ navajeros y contrabandistas la amaron mucho antes que yo/ por eso sé que sus caricias son la antesala del dolor/…"



 Echamos un vistazo a sus dos últimos discos con la rápida Lo Creas o No y el primer guiño a 091 con Zapatos De Piel De Caimán. El Ángulo Muerto, Antes De Morir De Pena y La Hora De Los Lamentos. Se va acercando la recta final, y se despiden  entre aplausos con uno de los primeros clásicos de su discografía, El Dios De La Luz Eléctrica. Los presentes piden bises y los cinco músicos vuelven a salir para ofrecernos dos viejos éxitos de 091: Un Cielo Color Vino y Otros Como Yo, donde por momentos parece desbocarse la banda y algún que otro viejo rockero  que hasta ahora pasaba desapercibido.


Lapido nos ofreció en La Gramola casi dos horas de un serio directo, repasando básicamente su nuevo disco y lo más destacable de su discografía. Con una banda compacta y a la altura de sus canciones, en la destaca la telecaster  de Víctor Sánchez. Para algunos quizás le falte la fuerza de antaño (como comentaban los hermanos Andújar en el post,”los Cero sonaban más contundentes, con aquellos cabezales Marshall que llevaban”…), pero nos encontramos ante  la madurez del  artista, donde la fuerza deja paso a la elegancia.


Si lo que quieres es descargar tu exceso de adrenalina, mejor que te quedes en casa. Si te apetece escuchar como rima sus versos el poeta, ver a Lapido en directo será todo un acierto. 



Haz click en el enlace para ver los próximos conciertos de la gira de José Ignacio Lapido



martes, 29 de octubre de 2013

LAPIDO: EL POETA ELÉCTRICO










"El secreto de conseguir la canción perfecta no se consigue nunca, o por lo menos nunca crees tener la llave, porque  una vez conseguida la perfección ya sólo te queda la decadencia…" 


Texto: Félix Cárdenas
Fotos: Jorge del Águila


José Ignacio Lapido lleva 30 años haciendo grandes canciones. Y aunque no llene estadios ni tenga una habitación atestada de discos de oro, sus letras forman parte de la mejor historia del pop y el rock hecho en español.

 En los años 80 y 90 del siglo XX formó parte de los legendarios 091, grupo de culto que ha influenciado a una infinidad de artistas que ahora gozan de un éxito masivo. Una especie de Bob Dylan a la española, con mucho más oficio que beneficio, un artista tejedor de sueños, un experto en la creación de mundos imaginarios y en encajarlos en unas canciones que llevan su sello de manera inconfundible. En unos  tiempos  donde la etiqueta parece ser más importante que el contenido, Lapido, sin ir de nada, demuestra ser  más intelectual que la mayoría de los que se hacen llamar intelectuales y más independiente  que la mayoría de los que se hacen llamar indies.

Son aproximadamente las 8 de la tarde de un Viernes  húmedo que, con más nubes que claros, parece ponerse en consonancia con el cancionero de nuestro protagonista. Nos encontramos con un tipo de aspecto serio pero cordial en las distancias cortas, que accede  a responder distendidamente a nuestras preguntas.

Nos presenta esta noche en La Gramola Formas De Matar El Tiempo, la cuarta colección de canciones desde que hace siete años nos presentara en Algeciras, en el salón de actos de la politécnica,  En Otro Tiempo, En Otro Lugar. ¿Cree que ya tiene su fórmula estandarizada de componer, o piensa que un artista debe estar siempre en constante evolución?

- El secreto de conseguir la canción perfecta no se consigue nunca, o por lo menos nunca crees tener la llave, porque  una vez conseguida la perfección ya sólo te queda la decadencia,…en nuestro imaginario colectivo tenemos como canciones perfectas las de gente como Bob Dylan, Leonard Cohen, los Beatles o The Who, pero yo creo que ni ellos mismos eran conscientes en el momento en el que las hicieron de haber alcanzado la perfección, que es a lo que se aspira en este oficio. En el caso de mi carrera como compositor, digamos que ha sido una evolución, una búsqueda de una voz propia, que es a lo que aspiramos todos los creadores, y creo que sigo en ese proceso, el de intentar superar la obra anterior. El estilo está ya asentado,  qué duda cabe, pero disco a disco siempre van surgiendo nuevos retos a nivel de arreglos con la banda, y nuevos matices.

En el nuevo disco llama la atención un cierto optimismo en las letras.  ¿Se trata de aceptación de uno mismo y de la realidad que le toca vivir, o realmente nos está lanzando un mensaje de esperanza?

- Antes cuando supuestamente las cosas iban bien a nivel social en el país se me tachaba de pesimista, de pájaro de mal agüero. Yo ya hablaba de colas del paro, de los excluidos de la sociedad en algunas canciones, y parecía que no estaba muy acorde con la burbuja en que vivíamos de prosperidad ficticia. Y en este caso, el disco surgió en todo el meollo del derrumbe social que estamos viviendo, y creo que era el momento de no quedarme apalancado en la resignación. Obviamente, ni antes era tan pesimista ni ahora soy tan optimista, creo que las nubes y los claros siempre nos acompañan, y que es bueno, en situaciones difíciles como la que vivimos, ver la luz al final del túnel.

Imagino que con el paso del tiempo, tras un amplio bagaje musical, se debe hacer más complicado seguir encontrando una motivación o cosas nuevas sobre las que escribir…

- Si, qué duda cabe, el hecho de haber grabado tantos discos y canciones, te estrecha el horizonte creativo. Además, no hay infinitos temas sobre los que hablar en las canciones de rock, pero  aun hablando de lo mismo, el oficio me sirve a mí para darle una vuelta de tuerca a la canción. Pero efectivamente, esa agonía de decir ¿qué hago ahora?, 30 años después, resulta bastante comprometido a la hora de escribir las letras de canciones nuevas.





"La inspiración es un concepto un poco romántico 
en el que yo no creo. 

La inspiración hay que buscarla, en ese aspecto 
soy más artesano que artista"




¿Es de los que esperan a que las musas le visiten, o de los que luchan contra el folio en blanco?

- La inspiración es un concepto un poco romántico en el que yo no creo. La inspiración hay que buscarla, en ese aspecto soy más artesano que artista, más de todos los días ponerme con la guitarra y el folio, ver lo que sale y desechar muchas cosas, porque muchas veces las ideas que te llegan son engañosas y te ciegan con su aparente brillantez. Es mejor dejarlas descansar y trabajar sobre ellas una vez que te das cuenta de que pueden servir.

¿Que te dice hoy día la palabra indie?

- Tengo mis dudas al respecto. Primero sobre el término tal y como se utiliza en España: para mí, la raíz de la palabra es independencia y, casualmente, la mayoría de los grupos punteros que llevan esa etiqueta graban para multinacionales, cosa que no es mala ni buena, yo mismo he trabajado con todo tipo de compañías y sé que el eje de su funcionamiento es la rentabilidad. De cualquier modo, pienso que por ética, estos grupos deberían rechazar ser catalogados como indies. Luego, como etiqueta estilística, prima mucho el pop electrónico o el naif, estilos que a mí no me resultan muy atractivos, pero bueno, eso es lo que la gente más joven demanda y hay que aceptarlo. Yo, más que independiente, me considero autogestionario, puesto que no grabo con una compañía independiente,  autogestiono  mi carrera en todos los sentidos…

Eso realmente es el indie…

-Si, en ese caso sería yo el más indie del mundo (risas), pero no quiero caer en la trampa de la etiqueta .

Ayer murió Manolo Escobar. En los telediarios nos lo definían como el reflejo de la España de postguerra. ¿Qué respuesta encuentra hoy la sociedad española en la música? ¿Qué músicos citaría como reflejo de la España que vivimos?

- Difícil me lo pones,… evidentemente en aquella época España estuvo copada de artistas de raíz folclórica, y el rock ha dejado escasísimas figuras que hayan tenido esa amplitud de público…si me apuras, en la historia del rock español, citaría a Miguel Ríos como una figura de ese calibre, como artista que ha influido en varias generaciones. Desde hace años, el rock ha perdido la influencia cultural y social que tuvo en los años 60 y 70 en países como EEUU, Francia o Inglaterra, cuando verdaderamente era una voz generacional  y representaba una toma de conciencia social de la juventud. A nivel de costumbres culturales o sexuales, creo que el rock tuvo algo que decir en el cambio tan abismal que hubo, si te fijas en cómo era la juventud pre rock and roll antes de los años 50 y lo que  se desarrolló luego. En España eso nos pilló tarde, nosotros veníamos de una dictadura, y a principios de los años 80 hubo una eclosión  que duró toda esa década, pero después ha quedado todo otra vez en el underground,  y no sabría decirte una figura de ese nivel ahora mismo que pudiese representar a la colectividad. Ahora está todo muy disperso, hay muchos movimientos  y no hay esa conciencia unitaria que había antes.




Haz click en el enlace para ver los próximos conciertos de la gira de José Ignacio Lapido.